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Reflexión Final – Yo como Alumno

Lo que sabía y no sabía en el aprender a aprender por competencias

Antes de cursar la asignatura de Contabilidad, tenía una noción general de que las competencias implicaban saber y saber hacer, pero no comprendía en profundidad cómo se integraban las competencias genéricas, transversales y específicas dentro de un proceso formativo orientado a proyectos. Tampoco tenía clara la relación entre los contenidos teóricos y su aplicación práctica en contextos empresariales reales.

    A lo largo del curso fui identificando con mayor claridad lo que sí sabía: conceptos básicos como activo, pasivo, patrimonio y la idea de la partida doble. Sin embargo, descubrí que no dominaba aspectos esenciales como la correcta clasificación de cuentas, la interpretación de estados financieros ni la sistematización de registros en un ciclo contable completo. Además, entendí que aprender por competencias exige autonomía, reflexión constante y capacidad crítica para autoevaluar el propio proceso de aprendizaje, algo que al inicio subestimaba.

Mi aprendizaje áulico y virtual

En el aula, las explicaciones del docente y la resolución de ejercicios guiados fueron fundamentales para asentar las bases conceptuales. La interacción presencial me permitió preguntar al instante, ver ejemplos aplicados y ejercitar la técnica contable bajo supervisión, lo cual facilitó mi comprensión progresiva de procedimientos concretos.

    En el entorno virtual complementé lo visto en clase consultando la página del maestro, viendo tutoriales y revisando materiales que reforzaban lo trabajado en sesiones presenciales. Utilicé la plataforma para organizar evidencias del PEEA, subir entregables y revisar retroalimentaciones. Trabajé en el portafolio en sesiones periódicas (mínimo dos veces por semana) lo que me ayudó a mantener continuidad y evitar acumulaciones antes de las entregas.

Competencias desarrolladas con el AOP

Con el Aprendizaje Orientado a Proyectos pude avanzar en varias competencias: genéricas como la comunicación y el pensamiento crítico; transversales como la responsabilidad y autonomía; y específicas como el registro de operaciones y la comprensión básica de estados financieros.

    El uso de autoevaluaciones, coevaluaciones, lista de cotejo y rúbricas me permitió identificar con claridad mis avances y áreas débiles. La autoevaluación me ayudó a reconocer errores recurrentes, mientras que las coevaluaciones me mostraron estrategias efectivas de mis compañeros. La rúbrica sirvió como guía para comprender los criterios de calidad esperados en cada evidencia.

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Lo aprendido y lo que falta por seguir mejorando en mi propio proceso de aprendizaje

Aprendí que la contabilidad requiere tanto técnica como capacidad interpretativa. Desarrollé una mejor organización personal, la habilidad de revisar mis errores para aprender de ellos y una comprensión más clara de cómo la información contable influye en decisiones reales dentro de una empresa.

    Aún debo mejorar mi precisión en los registros contables, reforzar conocimientos técnicos y continuar practicando la interpretación de estados financieros. También necesito fortalecer mi gestión del tiempo y planificación, competencias necesarias tanto en lo académico como en mi futuro profesional. Reconozco que aprender por competencias es un proceso continuo y seguiré trabajando para consolidar las habilidades adquiridas.

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